Tuve que dejar los pies en la tierra,
embarrarme hasta tocar fondo
solo sosteniendo el aliento
y la esperanza.
Supe habitar la impotencia de la quietud,
soportar los golpes del movimiento,
crecer parada sobre mi misma
derecha y copa, fragmentada.
Preferí quebrar a doblarme
y vivir con lo que me toca.
¿Sabes? todo se puede hacer de parado
hasta morirse.
Por eso , no me preguntes
por qué soy amiga de los árboles
-ambos sabemos implicitamente
que sólo ellos pueden entenderme-.
Juliana Aluminé
miércoles, 6 de junio de 2018
domingo, 14 de mayo de 2017
Agosto
Me di cuenta
Que todos los poemas que escribi
Dibujan un camino recto
Que muere en tu boca
Yo no soy un ser que crea en el destino
Pero si esto fue librado al azar
Debería creer en milagros
Y a eso me niego por ideología.
Que todos los poemas que escribi
Dibujan un camino recto
Que muere en tu boca
Yo no soy un ser que crea en el destino
Pero si esto fue librado al azar
Debería creer en milagros
Y a eso me niego por ideología.
Síntoma
Me duele ahí
debajo de la planta del pie
ahí donde las plantas y el cemento
se funden
ahí, donde le decimos mundo.
debajo de la planta del pie
ahí donde las plantas y el cemento
se funden
ahí, donde le decimos mundo.
IX
Tengo a mi lado a quienes quiero
Tengo un jardín,
Una niña que pisa hojas en otoño
Un compañero que me abraza en invierno
Un trabajo que florece en mil sonrisas.
Sin embargo
El mundo me duele
Por los hambres, la injusticia
Por los que se buscan
Por los marginados.
Acaso, mi felicidad
No pueda ser indiferente
Y me exija, me empuje
A conquistar también esos jardines
Donde todos, libres, nos miremos a los ojos.
lunes, 14 de julio de 2014
Amanecer de sábado a la tarde
Tal vez la cuestión
reside y siempre residió
en el orden de las bocas.
Tal vez siempre fuiste vos
y tuve que morderme la cola
Para encontrarte.
Pero ahora que estas aca
ahora que puedo besarte con los ojos
jugando al ciclope
a las cuatro de la tarde
Ahora, ahora es cuando
guardo el pañuelo blanquecino
me despido de las despedidas
y los dedos se entrelazan
como echando raíces.
reside y siempre residió
en el orden de las bocas.
Tal vez siempre fuiste vos
y tuve que morderme la cola
Para encontrarte.
Pero ahora que estas aca
ahora que puedo besarte con los ojos
jugando al ciclope
a las cuatro de la tarde
Ahora, ahora es cuando
guardo el pañuelo blanquecino
me despido de las despedidas
y los dedos se entrelazan
como echando raíces.
V
Yo me quede con las fotos,
los recuerdos, los besos.
Yo me quedé. Y vos
vos, sos un alma tan libre
que no puedo ser tu jaula.
Soliloquio
¿A donde va mi amor
si no es a tu encuentro?
Acaso exista lugar
donde se exilie,
acaso haya un purgatorio
en tanto cielo.
O acaso se refugie
equívoco en mi carne,
errante entre mis huesos
¿A donde va?
tal vez
A donde el viento lo arrastre
o a donde pueda
tropezar, volar,
caer con la misma piedra
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